A MI MAMÁ Y YO

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PARA QUE SÓLO TENGAS QUE PREOCUPARTE POR DISFRUTAR A TU BEBÉ

"Mi Mamá y Yo" surge de nuestra experiencia como padres y la posibilidad de transmitir lo aprendido.

Nuestra Misión es poner a tu disposición soluciones que existen en el mercado y que contribuyen a disfrutar de mejor manera el vínculo con tu bebé, desde el embarazo y sus primeros años de vida junto a ti.


Nuestros productos han sido escogidos cuidadosamente por su contribución al descanso de embarazadas, apoyo y prolongación del periodo de lactancia para las madres, estimulación y desarrollo integral de tu bebé.

domingo, 4 de abril de 2010

ALIMENTACIÓN INFANTIL: DE LA LECHE A LA COMIDA




La primera y mejor alimentación de un bebé es sin duda la lactancia materna. Pero a partir de los 6 meses de edad la leche materna ya no es suficiente para cubrir las necesidades nutricionales del bebé, por lo que es el momento de agregar a su dieta nuevos alimentos, que lo ayuden a su óptimo crecimiento y desarrollo.Según las normas de la Academia Americana de Pediatría, suscritas por la Sociedad Chilena de esta especialidad, hasta los 6 meses el niño debiera ser alimentado exclusivamente con lactancia materna o fórmulas lácteas similares a ella y, a partir de entonces, comenzar a introducir comidas en base a verduras que no produzcan alergias o cólicos, como zanahorias, papas, espinacas y porotos verdes, además de carne o pollo desgrasados.

Los especialistas recomiendan introducir un alimento cada vez, agregando uno nuevo por semana. A esta edad, el niño está fisiológicamente preparado para recibir poco a poco otros alimentos, porque puede sentarse y posee el reflejo de deglución. La leche, aún introducidos los primeros alimentos sólidos, sigue siendo el alimento más importante y nunca debe eliminarse, ya que aporta las proteínas, minerales y vitaminas que un niño necesita en su etapa de crecimiento.
Paso a paso en la alimentación
Según los expertos, muchas veces el introducir el almuerzo a la dieta de un niño pequeño puede no ser tarea fácil. En esta etapa es normal y esperable un rechazo inicial a nuevos sabores, texturas, olores o temperaturas, por lo que debe reiterarse el ofrecimiento en dos o tres oportunidades en días distintos. Si el rechazo persiste debe suspenderse temporalmente e intentar nuevamente más adelante. El doctor Carlos Castillo, pediatra y especialista en nutrición infantil del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos, INTA, sostiene que por ejemplo, “las primeras veces que un pequeño ingiere ciertas verduras tiende a rechazarlas, pero la segunda, la quinta o la décima vez aprenderá a tolerarla, siempre que la mamá no lo convierta en un conflicto”. La primera alimentación sólida debe ser del tipo papilla, licuado-espeso, no seco, de sabor neutro y sin azúcar ni sal. No debe tener grumos ni trozos de fibras, ya que pueden estimular el reflejo de evacuación.

La cuchara con que le dará la comida debe ser pequeña, de contornos lisos y suaves, (ver productos recomendados).

Algunos pediatras recomiendan comenzar con postres, ya que se asemejan en la dulzura a la leche materna. Otros profesionales, en cambio, aconsejan hacerlo con una papilla de verduras y carne, porque después podría sentirla desagradable en comparación con la de frutas. Ante ambas posibilidades es conveniente consultar con el pediatra, quien indicará cuál es la más conveniente para cada niño y cuándo es el momento más propicio para comenzar con el nuevo tipo de alimentación.

Productos recomendados:




Set de tenedor y cuchara con mango ergonómico ($6.500); Cucharilla (4 unidades en set, $6.000) Con bordes lisos y suaves de acuerdo a lo requerido por tu bebé, cambian de color si los alimentos se encuentran calientes.



Los potes de alimentación aislados mantienen el alimento frío, fresco o caliente en casa o durante un viaje. Los padres pueden verter porciones pequeñas del alimento en el envase, o insertar el tarro entero de los alimentos para niños. La forma ergonómica los hace más fácil sostener. ($8.500)







Este práctico vaso tiene bombilla y también un compartimiento para "Snack" en la tapa. Ambas tapas se cierran en forma independiente y su mecanismo de cierre hace que el líquido no se derrame. Lavable en lava-vajilla. ($6.000)







El babero ""Crumb Catcher"" hace la hora de alimentarse más fácil y limpia. La bandeja catching coge goteos y derramamientos y se puede quitar para la limpieza fácil. El cuello del poliéster y el forro de algodón es suave para la piel del bebé. El babero es lavable a máquina . La bandeja se puede lavar en el lavaplatos. ($6.800)







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